En 1996, fue contratado para trabajar con Jean Charles de Castelbajac en París durante dos años antes de ser elegido para un trabajo de ensueño en 1998: Tom Ford, entonces del Grupo Gucci, lo eligió como diseñador jefe de la marca de complementos de lujo Bottega Veneta. Al final, la experiencia resultó tan provechosa que Deacon decidió emanciparse e iniciar una carrera en solitario. En 2004, lanzó su primera colección, titulada Disco Jacobean Fairytale. Su debut se caracterizó por prendas femeninas y sofisticadas como faldas a media pierna, blusas con lazos o chaquetas entalladas de estilo años cuarenta que fueron presentadas en la London Fashion Week por supermodelos de fama mundial.
Deacon ha establecido con particular rapidez una imagen de marca glamurosa, de la cual, según manifiesta, no se desviará en los años venideros. Los diseños revelan asímismo una inclinación clara hacia el trabajo artesanal y Deacon se ha hecho amoso en poco tiempo por trabajar en estrecha colaboración con numerosas empresas especializadas británicas, como experen bordados o puntillas con adornos de cuentas. Sus estampados se inspiran a menudo en el Art Nouveau, lo cual quizás constituye un reflejo de su vivo interés por la ilustración.
En los últimos años Giles Deacon ha relizado diversas colaboraciones, entre ellas, para la clásica firma de sastrería Británica, Daks
y para la conocida marca inglesa New Look, para quien creó una pequeña colección cápsula Gold by Giles
Como reconocimiento a su carrera, recibió en 2006 el Premio al Mejor Diseñador Británico del Año.
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